Sobre la Constancia
- Omar Brest
- 10 mar
- 3 Min. de lectura
Uno sale una mañana cualquiera, con la cámara colgada al cuello como un amuleto, y el mundo parece conspirar a su favor. La luz cae en el ángulo exacto, el viento mueve una hoja en el segundo preciso, la escena se ordena como si un dios antiguo jugara a ser fotógrafo. Y entonces, se captura. Se atrapa un momento, efímero y perfecto, y la felicidad se desliza suave, como un río que nunca conoció las piedras.
Día tras día, la suerte se posa en el hombro como un pájaro manso, y uno se acostumbra a su canto, creyendo que nunca se irá.
Pero un día, el pájaro no canta. Luego otro, y otro más. La lente busca y no encuentra, el ojo se esfuerza y tropieza. Se siente algo oscuro en el pecho, un vacío que susurra: ¿Y si todo fue un accidente? ¿Y si ya no hay magia? En la creación, no hay terror más grande que la ausencia de chispa. Pero es aquí donde el verdadero artista se alza, no con lamentos, sino con constancia. Porque en un mundo que devora todo en segundos, donde cada cosa es fugaz y se evapora antes de tocar el suelo, la resistencia es el arma secreta. Seguir, insistir, buscar con los dientes apretados y los ojos encendidos. Porque el arte no es cuestión de suerte, sino de lucha. Y entre la casualidad y el creador, la diferencia siempre será la misma: el que no se detiene.
Uno debe seguir. Aunque la inspiración se escurra como agua entre los dedos, aunque la cámara pese como un ancla y la luz parezca rehuirnos. Seguir, incluso cuando la propia sombra se sienta ajena. Porque el arte es una criatura esquiva, un animal que no siempre se deja ver, pero que, tarde o temprano, regresa al que no deja de buscarlo. Mantenerse alerta es la clave, con los ojos afilados y el corazón dispuesto a capturar lo inesperado. Nunca se sabe qué imagen espera a la vuelta de la esquina, qué instante insignificante se convertirá en un tesoro.
Y de pronto, un día cualquiera, sin previo aviso, todo vuelve. Pero no como antes: mejor. La mirada se ha entrenado en la espera, ha aprendido a ver en lo que antes pasaba desapercibido. Entonces, la recompensa llega, sutil al principio, luego avasallante. Las imágenes se revelan con más profundidad, más historia, más vida. Porque la constancia no solo nos mantiene vigentes, sino que nos transforma. No se trata solo de esperar el golpe de suerte, sino de estar listos cuando llegue, de evolucionar, de aprender a ver con una mirada nueva. Y en ese momento, cuando todo encaja otra vez, comprendemos que lo mejor que pudimos haber hecho fue seguir. ¿Qué cosas podemos hacer para ejercitar nuestra constancia? 1. Seguir buscando, incluso en la sequía creativa
Aunque parezca que la inspiración ha desaparecido, es esencial seguir saliendo, observando y fotografiando. La creatividad es un músculo que se fortalece con el ejercicio constante. 2. Mantenerse alerta a lo inesperado
La clave está en entrenar la mirada para descubrir belleza en lo cotidiano. Nunca se sabe qué imagen reveladora puede aparecer en el momento menos pensado. 3. No depender solo de la inspiración o la suerte
La creatividad no es cuestión de azar, sino de insistencia. El verdadero artista no espera que la magia llegue, sino que trabaja para encontrarla. 4. Aceptar el proceso de evolución
Cada período de bloqueo es una oportunidad para crecer. La falta de imágenes perfectas no significa retroceso, sino una fase de aprendizaje y transformación. 5. Ejercitar la paciencia y la disciplina
La constancia es el arma contra la fugacidad del mundo. En una era de contenido inmediato, la resistencia y la dedicación son las que diferencian al artista del ocasional afortunado. 6. Abrirse a la sorpresa y la reinvención
Con el tiempo, la mirada fotográfica cambia y se enriquece. A veces, lo mejor no es aferrarse a una única manera de ver, sino dejarse sorprender por nuevas perspectivas y enfoques. 7. Aceptar que la recompensa llega con el tiempo
Cuando se sigue insistiendo, tarde o temprano, la recompensa aparece. Y no solo en forma de una buena fotografía, sino de una visión más profunda, más aguda y con mayor significado.




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